Recuerdan cuando eramos peques,que nuestros padres nos llevaban a la iglesia,para rezar haciendo caminatas largas,hasta llegar ala iglesia?ustedes saben realmente que significa la semana santa? México.- Con más de cuatro siglos de antigüedad, la Semana Santa es uno de los ciclos festivos más trascendentes e importantes de México, al mantener su arraigo no obstante el devenir histórico en el que se han fundido la tradición cristiana española y la indígena.
Si bien, las festividades de la Semana Santa son de naturaleza católica, tienen su antecedente en creencias más añejas, a las que se han agregado en México, "préstamos culturales o similitudes", de origen prehispánico, según revela el libro "La Semana Santa en México. Con la Todos esos elementos conjugados, señala el texto editado por la Dirección General de Culturas Populares del Conaculta, "han dado origen a una de las celebraciones del ciclo católico más importante de nuestra cultura".
El fundamento primigenio de éstas, explica, "no es otro que el de ceremoniales tendientes a propiciar la fertilidad de la tierra y al continuo ciclo de muerte y resurrección de la naturaleza, encarnada en un dios al que llamamos Nuestro Señor Jesucristo".
Dramatizada en decenas de pueblos y ciudades del país, la escenificación de la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz constituye la parte central de la celebración con que se recuerda cada año, el pasaje más importante de la historia cristiana.
De acuerdo con los investigadores Sonia Iglesias y Cabrera, Leticia Salazar Cárdenas y Julio César Martínez, autores del citado libro, la tradición de celebrar la Semana Mayor se remonta a la época de contacto entre los españoles colonizadores y las culturas que encontraron en el Nuevo Mundo.
En estas regiones, exponen los especialistas, los misioneros católicos llegados de España a principios del siglo XVI, "se enfrentaron a un pueblo sumamente religioso, cuyas creencias se parecían, por lo menos de manera superficial".
Encontraron además "los vestigios de una arquitectura que había servido a grandes espectáculos" (pirámides, ciudadelas, basamentos) y quedaban los restos de lo que había sido una "sociedad de especialistas", entre los que se contaban, cantores, actores, danzantes, poetas, floristas y artesanos que hacían ornamentos propios de una celebración.
En 1524, una vez consumada la Conquista española, muchos de los elementos ancestrales quedaron ociosos y muy astutamente y no sin antes enfrentarse a una pertinaz negativa indígena, los frailes los incorporaron "al contingente reunido para las escenificaciones con fines de catequización".
A través de un proceso paulatino, los misioneros (primeramente los franciscanos), introdujeron al país las fiestas y celebraciones de la España Medieval, utilizando la danza, el canto y el teatro que versaba sobre pasajes del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, sobre sucesos de la vida de la Virgen y otros episodios.
Por medio de un género artístico que los investigadores llaman "didáctico-religioso-popular", pueblo y clero se unieron bajo las escenificaciones de la Adoración Navideña, el Día de los Inocentes, la Epifanía, el Domingo de Ramos, el Viernes Santo y la Pascua de la Resurrección, principalmente.
Según los documentos existentes, las primeras representaciones que vieron ojos indígenas fueron la "Comedia de los Reyes", escenificada en Cuernavaca en 1527; el drama en lengua náhuatl "El ofrecimiento de los Reyes al niño Jesús" o "El Auto del Juicio Final", representada hacia 1530, en Tlatelolco, entre otras.
Para los especialistas, las poblaciones donde existe esta práctica desde entonces son Tlalmanalco, Amecameca, Ozumba, Chimalhuacán, Chalco, Cuautla, Yautepec, Yecapixtla, San Agustín Xochitlán, Tepoztlán, Huejotzingo, Tepalcingo y Axochiapan.
La Semana Santa rememora muchas de las condiciones históricas ocurridas durante la vida de Jesús, la mayoría de sus elementos simbólicos tienen su arranque en la historia del pueblo judío, caracterizada por el constante exilio desde sus orígenes.
Dentro de la cosmovisión cristiana, el nacimiento de Jesús (Navidad) y su muerte (Semana Santa), son los dos grandes momentos que más arraigo han logrado tener en la cultura mexicana, ésta última se refiere a la última semana de Cuaresma (40 días que Jesús pasó meditando), que precede a la Pascua.
En México, la tradición de la Semana Santa inicia en algunos lugares con el festejo del Carnaval, que representa el tiempo de desenfreno necesario para después destacar los valores y principios cristianos, así como prepararse para el ayuno.
Más tarde, el Miércoles de Ceniza, que se celebra tres días después de las fiestas de Carnaval, durante el cual los fieles acuden a las iglesias para "tomar ceniza" y dejarse estampar en la frente una marca que hace alusión a la cruz en la que murió Jesús, como símbolo de lo insignificante de la vida material ante la trascendencia de la espiritual.
Los siguientes días son conocidos como Cuaresma y están dedicados a la preparación espiritual para la Pascua de Resurrección de Cristo; esta costumbre ha devenido en México en la prohibición de comer carne roja durante cada viernes del periodo (por aquello de la creencia de que fue un viernes cuando murió Jesús).
En algunas comunidades indígenas se llevan a cabo procesiones desde el atrio de la iglesia hasta el sitio designado para el calvario, en otras localidades no hay actividades sobresalientes después del Miércoles de Ceniza, sino hasta la Semana Santa, debido a que se trata de un periodo de preparación.
Llegada la Semana Mayor (que es determinado por el ciclo lunar), la celebración religiosa conserva distintos rasgos tradicionales, como la escenificación del Calvario y viacrucis de Jesús.
Las representaciones tradicionales están marcadas por la práctica de danzas tradicionales, la música de banda, las verbenas y ferias, la pirotécnia, las flores, el lavatorio de imágenes sacras o de las prendas de vestir de los santos, las ofrendas de velas a Jesús
o la bendición colectiva de ceras en la iglesia.
Además, son bendecidas palmas, pan o cererales, así como agua.
Drante el festejo se acostumbran además platillos y bebidas rituales, realizar ceremonias de Fuego Nuevo, juegos y bromas rituales (como la quema de Judas), ritos de fertilidad y purificación, bendición de brasas y bailes populares que hablan de la mezcla de razas.
Estas escenificaciones se llevan a cabo en la mayoría de los estados del país, en algunos como Aguascalientes, Coahuila, Durango, Morelos, Nuevo León, se distinguen por la bendición de palmas, la celebración de misas y de la procesión del Silencio.
En otros, como Sinaloa, se realizan ferias y la fiesta de la Resurrección en la que se combinan bailes y ritos de fertilidad, danzas del venado, pascola y matachines.
En lugares de más tradición, como Chiapas, se bendicen palmas, se hacen procesiones de ancianos con varas y se ofrecen flores, así como bebidas rituales, mientras que en lugares más urbanos como el Distrito Federal, la característica principal es la bendición de palmas y la celebración de procesiones como la que se realiza desde hace más de 200 años en el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa.
Algunos grupos indígenas como los coras de Nayarit realizan fiestas llenas de sincretismo que expresan en la costumbre de pintarse el cuerpo con colores "sagrados" (negro, blanco o rojo).
En tanto, entre los nahuas de Cuapan, Puebla, la organización de los festejos recae en el mayordomo del pueblo y el mayordomo del Calvario, quienes ofrecen los ritos a la divinidad del trabajo y la riqueza de una o dos personas, en representación de todo el pueblo, para alcanzar bienestar, salud y un buen ciclo agrícola.
Los otomíes de Texcatepec, Veracruz, por ejemplo, realizan una procesión conocida como "Entierro de los huesos", que recorre las calles con la imagen de la Virgen de la Soledad.
me despido feliz semana santa...................... se me olvidaba la tecnologia ..............
aqui les dejo unos gagets para los religiosos modernos.............
TweetSi bien, las festividades de la Semana Santa son de naturaleza católica, tienen su antecedente en creencias más añejas, a las que se han agregado en México, "préstamos culturales o similitudes", de origen prehispánico, según revela el libro "La Semana Santa en México. Con la Todos esos elementos conjugados, señala el texto editado por la Dirección General de Culturas Populares del Conaculta, "han dado origen a una de las celebraciones del ciclo católico más importante de nuestra cultura".
El fundamento primigenio de éstas, explica, "no es otro que el de ceremoniales tendientes a propiciar la fertilidad de la tierra y al continuo ciclo de muerte y resurrección de la naturaleza, encarnada en un dios al que llamamos Nuestro Señor Jesucristo".
Dramatizada en decenas de pueblos y ciudades del país, la escenificación de la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz constituye la parte central de la celebración con que se recuerda cada año, el pasaje más importante de la historia cristiana.
De acuerdo con los investigadores Sonia Iglesias y Cabrera, Leticia Salazar Cárdenas y Julio César Martínez, autores del citado libro, la tradición de celebrar la Semana Mayor se remonta a la época de contacto entre los españoles colonizadores y las culturas que encontraron en el Nuevo Mundo.
En estas regiones, exponen los especialistas, los misioneros católicos llegados de España a principios del siglo XVI, "se enfrentaron a un pueblo sumamente religioso, cuyas creencias se parecían, por lo menos de manera superficial".
Encontraron además "los vestigios de una arquitectura que había servido a grandes espectáculos" (pirámides, ciudadelas, basamentos) y quedaban los restos de lo que había sido una "sociedad de especialistas", entre los que se contaban, cantores, actores, danzantes, poetas, floristas y artesanos que hacían ornamentos propios de una celebración.
En 1524, una vez consumada la Conquista española, muchos de los elementos ancestrales quedaron ociosos y muy astutamente y no sin antes enfrentarse a una pertinaz negativa indígena, los frailes los incorporaron "al contingente reunido para las escenificaciones con fines de catequización".
A través de un proceso paulatino, los misioneros (primeramente los franciscanos), introdujeron al país las fiestas y celebraciones de la España Medieval, utilizando la danza, el canto y el teatro que versaba sobre pasajes del Antiguo Testamento y Nuevo Testamento, sobre sucesos de la vida de la Virgen y otros episodios.
Por medio de un género artístico que los investigadores llaman "didáctico-religioso-popular", pueblo y clero se unieron bajo las escenificaciones de la Adoración Navideña, el Día de los Inocentes, la Epifanía, el Domingo de Ramos, el Viernes Santo y la Pascua de la Resurrección, principalmente.
Según los documentos existentes, las primeras representaciones que vieron ojos indígenas fueron la "Comedia de los Reyes", escenificada en Cuernavaca en 1527; el drama en lengua náhuatl "El ofrecimiento de los Reyes al niño Jesús" o "El Auto del Juicio Final", representada hacia 1530, en Tlatelolco, entre otras.
Para los especialistas, las poblaciones donde existe esta práctica desde entonces son Tlalmanalco, Amecameca, Ozumba, Chimalhuacán, Chalco, Cuautla, Yautepec, Yecapixtla, San Agustín Xochitlán, Tepoztlán, Huejotzingo, Tepalcingo y Axochiapan.
La Semana Santa rememora muchas de las condiciones históricas ocurridas durante la vida de Jesús, la mayoría de sus elementos simbólicos tienen su arranque en la historia del pueblo judío, caracterizada por el constante exilio desde sus orígenes.
Dentro de la cosmovisión cristiana, el nacimiento de Jesús (Navidad) y su muerte (Semana Santa), son los dos grandes momentos que más arraigo han logrado tener en la cultura mexicana, ésta última se refiere a la última semana de Cuaresma (40 días que Jesús pasó meditando), que precede a la Pascua.
En México, la tradición de la Semana Santa inicia en algunos lugares con el festejo del Carnaval, que representa el tiempo de desenfreno necesario para después destacar los valores y principios cristianos, así como prepararse para el ayuno.
Más tarde, el Miércoles de Ceniza, que se celebra tres días después de las fiestas de Carnaval, durante el cual los fieles acuden a las iglesias para "tomar ceniza" y dejarse estampar en la frente una marca que hace alusión a la cruz en la que murió Jesús, como símbolo de lo insignificante de la vida material ante la trascendencia de la espiritual.
Los siguientes días son conocidos como Cuaresma y están dedicados a la preparación espiritual para la Pascua de Resurrección de Cristo; esta costumbre ha devenido en México en la prohibición de comer carne roja durante cada viernes del periodo (por aquello de la creencia de que fue un viernes cuando murió Jesús).
En algunas comunidades indígenas se llevan a cabo procesiones desde el atrio de la iglesia hasta el sitio designado para el calvario, en otras localidades no hay actividades sobresalientes después del Miércoles de Ceniza, sino hasta la Semana Santa, debido a que se trata de un periodo de preparación.
Llegada la Semana Mayor (que es determinado por el ciclo lunar), la celebración religiosa conserva distintos rasgos tradicionales, como la escenificación del Calvario y viacrucis de Jesús.
Las representaciones tradicionales están marcadas por la práctica de danzas tradicionales, la música de banda, las verbenas y ferias, la pirotécnia, las flores, el lavatorio de imágenes sacras o de las prendas de vestir de los santos, las ofrendas de velas a Jesús
o la bendición colectiva de ceras en la iglesia.
Además, son bendecidas palmas, pan o cererales, así como agua.
Drante el festejo se acostumbran además platillos y bebidas rituales, realizar ceremonias de Fuego Nuevo, juegos y bromas rituales (como la quema de Judas), ritos de fertilidad y purificación, bendición de brasas y bailes populares que hablan de la mezcla de razas.
Estas escenificaciones se llevan a cabo en la mayoría de los estados del país, en algunos como Aguascalientes, Coahuila, Durango, Morelos, Nuevo León, se distinguen por la bendición de palmas, la celebración de misas y de la procesión del Silencio.
En otros, como Sinaloa, se realizan ferias y la fiesta de la Resurrección en la que se combinan bailes y ritos de fertilidad, danzas del venado, pascola y matachines.
En lugares de más tradición, como Chiapas, se bendicen palmas, se hacen procesiones de ancianos con varas y se ofrecen flores, así como bebidas rituales, mientras que en lugares más urbanos como el Distrito Federal, la característica principal es la bendición de palmas y la celebración de procesiones como la que se realiza desde hace más de 200 años en el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa.
Algunos grupos indígenas como los coras de Nayarit realizan fiestas llenas de sincretismo que expresan en la costumbre de pintarse el cuerpo con colores "sagrados" (negro, blanco o rojo).
En tanto, entre los nahuas de Cuapan, Puebla, la organización de los festejos recae en el mayordomo del pueblo y el mayordomo del Calvario, quienes ofrecen los ritos a la divinidad del trabajo y la riqueza de una o dos personas, en representación de todo el pueblo, para alcanzar bienestar, salud y un buen ciclo agrícola.
Los otomíes de Texcatepec, Veracruz, por ejemplo, realizan una procesión conocida como "Entierro de los huesos", que recorre las calles con la imagen de la Virgen de la Soledad.
me despido feliz semana santa...................... se me olvidaba la tecnologia ..............
aqui les dejo unos gagets para los religiosos modernos.............
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